martes, 16 de noviembre de 2010

OPACIDADES PEDAGÓGICAS

Capítulo 1
REFLEXIONES EPISTEMOLÓGICAS
DESDE LA SOCIOLOGÍA, LA HISTORIA Y LA FILOSOFÍA
SOBRE EL CONOCIMIENTO EDUCATIVO
LA MEMORIA:
ENTRE LA REMEMORACIÓN Y EL OLVIDO
Este documento escrito por García Hernández José Martín, empieza  señalando que hay que comprender la relación entre epistemología y Pedagogía, la cual es considerada a ser  estudiada por docentes de la Universidad Pedagógica Nacional, los cuales analizan documentos donde se exhiben para su estudio a estos temas.
            Ellos comienzan a analizar esa relación, primeramente  a que si la Epistemología pertenece al campo filosófico, entonces esta será Epistemología filosófica, pero queda más acorde el término filosofía de la ciencia desde el momento que surge el período de la Ilustración y que  a partir de este momento la filosofía natural y el pensamiento científico continúan progresando.
            Es importante señalar que todo juicio se formula en base a un modelo de pensamiento. Ejemplo de ello tenemos a modelos como el de:
·         El cartesiano: El cual parte de una verdad o de una evidencia.
·         El pensamiento  de Heidegger, el cual está en contra de la postura cartesiana.
·         En el de Kant; el sujeto pensante es lo trascendental (donde la razón se impone). En este pensamiento hay una doble dificultad  porque no sólo se apega a una epistemología, sino a  una pedagogía.
De este último pensamiento  así, surgen dos puntos  de la observación de estos investigadores de la UPN, a saber uno, la invitación kantiana, y dos, la historicidad de devenir de ambos campos, pero cuando se leen libros con  esa información bibliográfica existe un problema doble: la ausencia de una idea clara sobre la epistemología  y su inconsecuencia con una historicidad.
Si se apoyase  inicialmente en el modelo cartesiano, desde el cual el esfuerzo del pensamiento epistemológico  se centra  en un a triada de raigambre filosófica como lo son la justificación, evidencia y racionalidad  se estaría de acuerdo con este  pensamiento, pero al revisar bibliografía se da cuenta de que no es de esa manera, ya  que no ha podido aclarar y deslindar esta controversia, antes bien han resultado propuestas incompartidas, desencontradas, conduciendo generalmente a la divergencia y al antagonismo, no sólo en forma y sentidos sino también en cualidades . Por esto, la filosofía, al revelarse incapaz, de  desenmarañar toda esta controversia, declaran algunos, debería ser desplazada, o al menos suplementada.
            Paradójicamente la historia adviene  evidencia e ironía con un gran desacuerdo, pero remomar es el gran atributo de ésta; por eso es constitutiva del conocimiento, y a la par crítica  de la revisión de ideas y los usos de los términos, tomando como muestra el uso de una idea: la relación entre epistemología y la pedagogía. El autor  utilizan como referencia textos como: epistemología o fantasía, en nombre de la Pedagogía, y El dilema de la pedagogía.
            Al acercarse a los documentos se extrae una constante: la relación entre epistemología y la pedagogía, pero examinada desde el campo científico, con su pensamiento (científico), aquel que ha sido capaz de realizar hacer lo que no ha podido la filosofía: ofrecer sus productos con carácter indudable, ya que ha sido utilizado como referencia  para toda explicación porque establece siempre una vinculación  inobjetable  entre una observación  científica y la realidad. El éxito de su aplicación  ha conquistado   también al lenguaje, popularizándose  el término que le signa: ciencia.
            Hoy en día es común escuchar y leer discursos catalogados como filosofía de la  ciencia o sociología de la ciencia, dando como origen  otro campo de conocimiento, al  menos en principio, vinculado temáticamente, fundándolo y deslindándolo por la aplicación de sus propios procedimientos sobre sí mismos: el de la Epistemología utilizando el análisis epistemológico, el cual confirma la escisión del pensamiento: el científico y el no científico. El científico se caracteriza por objetivos “correcto y auténtico”, se ha erigido en el poder  al externar juicios y esto lo hace  excluyente.
            Una vez en el poder, se ha lanzado a  la  conquista de otros espacios. Ha pretendido extender su dominio al campo de las llamadas ciencias humanas, ejemplo visible en la pedagogía donde se ha querido establecer con la necesidad  de darle un tratamiento epistemológico. De esto, un ejemplo palmario lo constituye la vinculación entre epistemología y pedagogía.
            Pero surge una duda respecto al poder que el conocimiento científico ha alcanzado: ¿Qué todo criterio o norma se instaure cuando proviene de dicho conocimiento? Ejercer un poder no necesariamente quiere decir de un saber. Heráclito mencionaba en la obra Los presocráticos publicada en l884 que “el hombre hueco de cabeza es propenso a quedarse boquiabierto por cualquier cosa que se diga”.
            En el libro Epistemología o fantasía. El drama de la pedagogía, publicado por la UPN en 1992 se ilustra muy bien lo anterior citado por Heráclito. En su primera frase los autores señalan si es conocimiento científico o no, en la segunda y del drama efectivamente que se vive al relacionar ambos conceptos. Los autores  asientan ideas y remiten entre otras cosas, a los casi inexistentes proyectos específicos relativos a la investigación epistemológica en los medios pedagógicos académicos mexicanos, así como la referencia  de una discusión escasa en el ámbito de la pedagogía sobre su cientificidad,  (Baurtomeu  et al., 1996, p 11) surgiendo así el gran debate, el  acto conflictivo de confrontación entre las dos actrices principales, la epistemología y la pedagogía.
            Según Bartomeu esta polémica se da alrededor de la cientificidad de estudios pedagógicos, como son diseños de planes de estudio, opciones por un determinado enfoque en investigación educativa, elección de temas o problemas sobre los cuales trabajar o investigar, análisis de ciertas propuestas o modelos pedagógicos, entre otros (1996). El problema estriba en que la forma en que la epistemología se involucra  con la pedagogía es el de adentrarse en los discursos educativos o los estudios pedagógicos, pero no se refiere a la práctica educativa, la cual es importante para la pedagogía y que también implique una epistemología, es decir, tal vez posean las mismas raíces.
            En el análisis que hacen los autores en este texto, el principal problema es la cientificidad de la pedagogía, explorar la forma en que desarrollan algunas de sus ideas concernientes al problema, un conjunto de situaciones para discutir como: el de los usos de términos empleados, como pedagogía, teoría de la educación, la aceptación de la pedagogía como disciplina científica, la relación con los modelos pedagógicos y científicos, y el de la legitimidad social de la pedagogía.
            Adentrándose al análisis del primer capítulo, se abordan dos temas capitales: el epistemológico y el pedagógico donde según su enfoque definen a la epistemología como  una filosofía de la ciencia surgida del desarrollo del pensamiento científico del siglo XX, interesándose por los productos  científicos en función de la historia y los entornos social y cultural.
Entonces una concepción tal de epistemología implica que:
a)      No equivale a una “teoría del conocimiento”. Es decir, no se hace un uso gnoseológico del término.
b)      No equivale a metaciencia, a un suprasaber o saber de saberes donde lo epistemológico  queda señalado como un espacio teórico con carácter normativo sobre los otros ámbitos de producción teórica.
c)      El trabajo epistemológico es posterior a los procesos de construcción del conocimiento científico, requiere que el conocimiento de las ciencias ya este elaborado.
d)      En consecuencia dicho trabajo depende del desarrollo de la ciencia.
El que exista una persistente preocupación por su condición científica, proponen si más, tal condición como el problema epistemológico en pedagogía. El drama se escenifica  cuando la pedagogía elabora sus productos sin poder determinar  paralelamente y como ejemplo, la calidad de los mismos, como en los planes de estudio, en la elección de temas.
            Para la relación de la epistemología con la pedagogía ofrecen los autores, en el mismo capítulo , una serie de observaciones realizadas al interior de los discursos pedagógicos, en los cuales detectan una constante: para el pedagogo actual la preocupación es acuciante.
            Algunos pedagogos  sostienen que el meollo  del problema de la cientificidad reside  en para:
*García Carrasco: en el objeto propio de esta área de conocimiento.
* A. quintanilla: la aplicación de una corriente epistemológica en la pedagogía.
*M. Quintana, apela a una epistemología normativa, capaz de juzgar  la cientificidad  de la pedagogía desde un espacio ajeno “al ámbito de conocimiento”.
*Lalande, menciona que la epistemología  en pedagogía tendría razón de ser, si esta logra proceder en su ámbito de trabajo de conformidad con los lineamientos de las ciencias naturales.
De tal manera que la problemática  epistemológica en pedagogía se da a partir de cuatro grandes sentidos derivados de los planteamientos pedagógicos revisados  a saber: “la extrapolación, la exterioridad jerárquica, la identidad epistemológica-ciencia y la identidad objeto de estudio-epistemología.
En el segundo  capítulo del libro proponen la  lectura del falsacionismo como sustento de las ideas de T.W. Moore y f. von Cube, en torno a  la teoría educativa, y como parangón de la pretensión de cientifizar la pedagogía, pero se observa que “La Teoría de la educación se encuentra  imposibilitada de justificarse como ciencia, teniéndose que conformarse con  el rango de teoría de la práctica, en tanto que  F. von Cube defenderá lo contrario: lo pedagógico  tiene los méritos suficientes para cientifizarse y participar en ese estatuto.
En el tercer capítulo se rastrea la calidad epistemológica del discurso pedagógico en el contexto de la pedagogía mexicana. Lucas Alamán  y enrique Rebsamen, quienes antes de preocuparse de la calidad científica de su discurso es una preocupación humanista la que le interesa a esto pedagogos, con Alicia de alba, quien sostiene que para llegar  a  aclarar el panorama sobre la posible cientificidad de la pedagogía, es necesario asumir una ineludible “relación entre teoría del conocimiento del objeto en general y teoría del objeto educativo, pero los autores la rechazan   porque la epistemología no puede ser ni aproximarse a la teoría del conocimiento y tampoco aceptan que evitando la palabra  pedagogía y empleando la de ciencias de la educación, como es en el caso de Moreno de los Arcos
Para los autores para los cuales la negatividad  de la cientifización de la pedagogía es evidente, citan a Guzmán puesto que ésta no ha logrado construir y delimitar su objeto de estudio (Bartoume et al, 1996, p. 62), por el lado de la positividad de la cientifización se manifiestan autores como Serrano y Díaz Barriga  que es posible superar este problema al liberarla de cualquier visión filosófica o derimiendo el significado  de la cientificidad de la pedagogía, aclarando con ello el significado de este campo científico.
Concluyendo según los autores revisados coinciden  al menos en un aspecto del problema, a saber, la Pedagogía es una ciencia a la que habría que darle cuerpo, y esa es la tarea realizada en sus obras; por otro, “que los pronunciamientos incurren en un vicio de asumir sin prueba una cientificidad todavía en discusión.
En el cuarto capítulo se presenta un ejercicio al del capítulo anterior, esto es, rastrean el estatuto científico  de la pedagogía, las ciencias de  la educación, y la investigación educativa pero para el caso español, concluyendo de manera similar al del mexicano, donde su calidad científica o no está o se elabora como teoría sustantiva o bien, se espera le sea adjudicada por un poder de certificación.
Ahora bien, por el lado de los autores de  epistemología o fantasía  únicamente  pretenden señalar el vacio ya existente  y más aun profundizan. Remomorar, y ahora no olvidar, esto es insistir en recuperar el contenido guardado en la memoria, a partir de lo expuesto por ellos, permitiría distinguir la dirección  de los senderos  desde los cuales en un sentido se vislumbra la idea de la confusión y la impostura, y en otro nos encontramos ante lo incierto, pero que solicita y exhibe la necesidad de la aclaración con aspiraciones de fundamentación y legalidad, se observa ausencia de discusión, tal vez voluntaria, con una tradición de pensamiento, sus ideas parecen confusas y autoritarias, ya que no aportan elementos de juicio y su discurso es intolerante y excluyente.
En conclusión, y siendo reiterativos, dos problemas en Pedagogía, en relación con epistemología, se definen: el de la cientificidad de la pedagogía y el de la reconstrucción histórica de esa cientificidad en el propio discurso de la pedagogía.
En conclusión, según los autores para los dos libros revisados, es claro que la epistemología, supuesta, difiere de la que ellos proponen.  Para estos autores (De la UPN) la tarea epistemológica en pedagogía necesariamente debe abordar antes que otra cosa el conocimiento promovido por la segunda; y no a posteriori. Una vez deslindado éste podría calificarse de cualquier manera, pero sólo ulteriormente, no antes, quedando en segundo plano su adjetivación.
POR LO TANTO SE DECLARA QUE, DESDE DONDE SE ALACNZA A VISLUMBRAR, LA TAREA EPISTEMOLÓGICA EN PEDAGOGÍA NO ES EL DESLINDE DE ÉSTA ÚLTIMA EN TANTO CIENTÍFICA, SINO EL DE LA COMPRENSIÓN DEL CONOCIMIENTO QUE OFRECE.

Bibliografía:
García H. José Martín  et al.(2009), Opacidades Pedagógicas Debate epistemológico, UPN, México, ed. 1ª, pp. 21-65                                                                  

PUBLICADO POR: VITAL LUGO JUAN FERNANDO.
ZACATECAS, ZAC, NOVIEMBRE 2010.

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